La situación…
Uno de tus comensales quiere algo pequeño para picar y acompañar su cerveza, sin embargo, el restaurante no cuenta con ese servicio. ¿Qué harías?
Ⓐ Te disculpas por no contar con ese servicio y le compartes inmediatamente el menú para que elija alguna entrada.
Ⓑ En lugar de pasarle el menú, le sugieres una entrada para empezar. Tal vez la especialidad de la casa.
Ⓒ Consigues una porción de cacahuates y le confiesas al cliente que moviste tus influencias en la cocina para obtenerlos.
Ⓓ Le indicas que no cuentan con ese servicio y te apresuras a tomarle la orden.
Nuestra opinión…
Ⓐ 😏❓ Te disculpas por no contar con ese servicio y le compartes inmediatamente el menú para que elija algún otro platillo.
👉👉👉 Disculparse es una buena idea. ¡Lástima que no pudieras satisfacer la necesidad de tu cliente! Seguro no disfrutará su cerveza como hubiera querido.
Ⓑ 😩❓ Le sugieres una entrada para empezar, tal vez la especialidad de la casa.
👉👉👉 Esto demuestra algo de interés, sin embargo, no es lo que realmente el cliente quiere. Si te detienes a pensar, él sólo quiere acompañar su cerveza en lo que llega su comida.
Ⓒ 😍✔️ Consigues unos cacahuates y le confiesas al cliente que moviste tus influencias en la cocina para obtenerlos.
👉👉👉 Esta sí es una actitud auténtica, espontánea, empática y que además, no requiere tanto esfuerzo. Sólo se necesitó un poco de ingenio y ganas por generarle una experiencia extraordinaria al cliente.
Ⓓ 😖❌ Le indicas que no cuentan con ese servicio y te apresuras a tomarle la orden.
👉👉👉 Es otra respuesta común que recibiría el cliente en cualquier lado, si simplemente no existe la opción que solicita es común que se le cierre la puerta.
¿Por qué?
No hace falta pensar en grandes, costosas ni desgastantes estrategias para generar experiencias extraordinarias en nuestros clientes. Una persona que de verdad se conecta con cada ser humano, logra este tipo de respuestas en las que se notan las ganas de querer cumplir los deseos de su cliente.
Cuando una persona realmente vibra con su trabajo y disfruta servir a los demás, genera respuestas auténticas y espontáneas que seguro provocarán un momento agradable a sus clientes. Decir “moví mis influencias en la cocina” es decirle, con algo de humor, lo importante que es para nosotros. Esta persona seguramente le sacó una sonrisa a su cliente y tal vez, ¡hasta una buena propina!